Arcadia, integraba una familia dedicada a buscar los restos de Julio, su hermano detenido- desaparecido, desde 1975. Lo cual contribuyó, en formar la personalidad de “La Negra”; su valentía, tranquilidad y serenidad, desatacaban cuando en 1976, se integra a la estructura militar del MIR Chileno, desde donde se impulsaban acciones de propaganda armada, integrando rápidamente uno de los primeros grupos de combate, cuyo propósito era desestabilizar al régimen y lograr romper la censura y llamar a la lucha y organización a las masas, para cuyos fines se colocaban bombas panfletarias en lugares públicos.
Guillermo Rodríguez, su compañero y jefe político, la retrata singularmente; "era súper serena, tranquila; vivía la clandestinidad con alegría, casi como un juego. Ella me enseñó a moverme, a, soltarme, a relajarme. Al principio yo me ponía tan tenso en la calle, que le apretaba la mano hasta dejársela morada... Así como era juguetona, al mismo tiempo era extremadamente rigurosa para trabajar. Era un cronómetro, Jamás llegaba atrasada a un encuentro. No tenía gran formación teórica, pero estaba profundamente convencida del proyecto político del MIR y era absolutamente consecuente con eso”.
Como miembro de la Fuerza Central y del Destacamento Miliciano José Bordaz, del MIR Chileno, Arcadia Flores, se destacó como una combatiente ejemplar, participando en acciones de recuperación financiera contra bancos; redactó y grabó personalmente el mensaje transmitido por el grupo de propaganda que ocupó radio Portales, cuyo llamado a luchar contra la dictadura irrumpió en miles de hogares; redactó también los comunicados de las acciones armadas y se las arregló para distribuirlos a los diarios y agencias informativas.
Era la encargada de editar el periódico de la estructura militar del MIR Chileno, “El Miliciano”, donde además de reportear, escribir, diagramar, calar esténciles, imprimir en mimeógrafo, compaginar, corchetear, había que distribuirlo; todo clandestinamente.
Su compañero, al describir sus acciones, plantea que "en momentos en que la disyuntiva era salvarse uno o rescatar a un compañero, Arcadia imponía la solidaridad: se devolvía para cubrir a tiros el rescate del herido. Exigía la primera línea de fuego y formó un grupo de mujeres que realizó operaciones sin hombres, entre ellas el ataque a la escuela sindical de la dictadura, para denunciar el asesinato de Tucapel Jiménez, el dirigente de la ANEF".
Su amiga y compañera Cecilia Radrigán, relata el último día de
“la Negra”: «Esa mañana, Arcadia hizo temprano unos contactos para pasar unas armas y luego, vino a mí casa. Hablamos harto, le ayudé a lavarse el pelo y se fue como a, las diez y medía. Quería ir a la feria, comprar verduras para la semana y preparar almuerzo porque se juntaría con Guillermo en casa. Quedamos de vernos a las siete de la tarde. Nunca más volví a verla. La esperé, fui al lugar convenido para cuando nos perdíamos; no apareció. Me enteré de lo ocurrido por el noticiero de televisión. Mostraron su carnet de identidad y dijeron que murió en un enfrentamiento”.
En efecto, Arcadia Flores Pérez, 27 años, Guerrillera de la Vida, muere en combate contra los esbirros de la dictadura, al igual que unos años antes lo hiciese otra compañera de ruta, JeanetteVanini; ambas imbuidas por el mismo espíritu revolucionario, internacionalista, combatientes de todo momento y lugar; que llegado el momento culmine, no vacilaron en enfrentarse al enemigo, hasta entregar sus vidas, para preservar la dignidad combativa del pueblo, de la causa revolucionaria y como testimonio indesmentible de la necesidad de lucha constante.
Jeanette y Arcadia; dos mujeres combativas, que nos legaron su actitud y espíritu rebelde; metáfora de una lección de combatividad y conciencia revolucionaria.
Desde esta TRINCHERA, evocamos el Día Internacional de la Mujer Combativa, no para lamentar derrotas, ni para justificar desviaciones burguesas como el feminismo y otras cantinelas, sino para valorar el espiritu combativo de la mujer, de las miles de Tanias, Gabrielas y Negras, que conviven en nuestro pueblo y que codo a codo con los hombres, seguirán empujando la madrugada para poder ver el sol, el sol del socialismo, el sol de la libertad.
Articulo extraído de TRINCHERA MOVIL
MIR-EPR (BATALLÓN CHILE)